¿Por qué el alcohol deshidrata y cómo afecta a nuestro organismo?

El alcohol y su impacto en la hidratación

La deshidratación es una afección que se presenta cuando el cuerpo no tiene un nivel suficiente de líquidos para funcionar correctamente. Las razones por las que se puede presentar son muy variadas, pero el alcohol es una de las más importantes.

Según explica Medical News Today, el consumo de bebidas alcohólicas afecta los niveles de líquidos y electrolitos en el cuerpo, sobre todo porque el alcohol es un diurético y provoca micción excesiva, tal como mencionamos en la introducción.  

De manera general, podemos decir que el alcohol impacta en los niveles de hidratación del cuerpo por:

• Acción diurética: significa que estimula al organismo a eliminar agua a través de la orina en mayor cantidad de lo habitual. Este proceso hace que los riñones trabajen de forma más intensa, expulsando no solo líquidos, sino también minerales esenciales como sodio, potasio y magnesio.
• Inhibición de la vasopresina: la vasopresina es una hormona antidiurética encargada de regular la retención de agua en el organismo. El alcohol interfiere en la liberación de esta hormona, reduciendo su acción y evitando que los riñones conserven la cantidad de agua que necesitan.
• Pérdida de líquidos: no solo afecta la cantidad de líquidos en el cuerpo, sino el transporte de nutrientes y oxígeno en la sangre, procesos que requieren un nivel adecuado de hidratación.

La deshidratación inducida por el alcohol puede complicarse si se combina con factores externos, como el calor, la práctica de ejercicio físico intenso o la falta de consumo de agua suficiente durante el día. En estos casos, el impacto se magnifica y los síntomas de agotamiento o malestar aparecen con mayor rapidez, generando un círculo difícil de controlar.

Vale resaltar que la deshidratación no siempre se percibe de inmediato. En muchos casos, los signos aparecen de forma gradual y pueden confundirse con el cansancio o el estrés. Esto hace que las personas no siempre relacionen su malestar con el consumo de alcohol, lo cual aumenta el riesgo de no atender el problema a tiempo.

Mitos y realidades sobre el consumo de alcohol

En torno al consumo de alcohol existen muchos mitos, que de forma intencionada o no, promueven la ingesta de bebidas alcohólicas. En torno a la hidratación, por ejemplo, hay quienes creen que la cerveza, por ser una bebida fría puede ayudar a hidratar el cuerpo, pero la verdad es que se trata de algo falso, ya que puede provocar todo lo contrario.

La cerveza tiene un efecto diurético sobre el cuerpo, y hace que las personas orinen más de lo usual. Esto, como ya mencionamos antes, provoca un desequilibrio, porque se pierden más líquidos de los que se ingieren.

Tomar una cerveza no necesariamente tiene estos efectos, pero cuando se trata de grandes cantidades, sí puede ser un problema y causar deshidratación.

Otro mito importante, según explica Mayo Clinic, es que tomar una bebida alcohólica cada tanto no afecta al organismo. Esto es algo que han desmontado una gran cantidad de organizaciones, incluyendo la Organización Mundial de la Salud (OMS) y National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, que resaltan que, aunque se trate de pequeñas cantidades, el alcohol tiene efectos negativos.

Esto que recién mencionamos está vinculado a otro mito, ya que algunas personas consideran que es saludable consumir una copa de vino al día, e incluso hay quienes piensan que este tipo de bebidas son fundamentales dentro de la llamada dieta mediterránea. Lo cierto es que no hay una relación directa entre consumir vino y tener menos riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, y lo que sí está claro es que el alcohol afecta al cuerpo y está asociado a un gran número de enfermedades crónicas.

A lo largo de los años se han inventado muchos beneficios para este tipo de bebidas, como que ayuda a dormir mejor a las personas o que puede ser útil para controlar el estrés y la ansiedad, pero los especialistas en el tema no dejan espacio para la dura y resaltan que no hay una cantidad segura de alcohol, que es una sustancia dañina y que se debería evitar por completo.

En nuestro artículo sobre alcoholismo y enfermedades hablamos de ello a profundidad. Recomendamos leerlo para comprender mejor por qué se deben evitar las bebidas alcohólicas. 

Efectos de la deshidratación por alcohol en el cuerpo

Ya quedó claro que el alcohol provoca deshidratación, pero ¿por qué eso es un problema?, ¿qué causa la deshidratación en el cuerpo?, ¿cuáles son los efectos en el corto y largo plazo?

La deshidratación está asociada a diferentes problemas de salud, dentro de los que se encuentran las infecciones del tracto urinario, los cálculos renales e incluso la insuficiencia renal.

Además, según explica la Fundación Española del Corazón, cuando una persona está deshidratada pueden aparecer efectos inmediatos como cansancio, mareos, presión arterial baja, taquicardia, contracturas musculares y calambres.

Algunos síntomas que también pueden servir de referencia para saber si se está teniendo un problema de deshidratación, son:

• Tener la lengua y los labios secos.
• Experimentar dolor de cabeza y confusión.
• Sentirse fatigado.
• Perder el apetito.
• Tener la piel enrojecida.
• Estar constipado.
• Orinar en un tono oscuro.

La deshidratación provocada por el alcohol también puede tener efectos en la digestión. Al reducirse el contenido de agua en el tracto gastrointestinal, los procesos digestivos se vuelven más lentos y menos eficientes, lo que puede favorecer la acidez, el reflujo y la sensación de pesadez después de las comidas. Esto ocurre porque el cuerpo necesita un nivel adecuado de líquidos para descomponer los alimentos y facilitar el tránsito intestinal.

A largo plazo, la deshidratación asociada al consumo de alcohol también puede contribuir a un envejecimiento prematuro de la piel, debido al deterioro en la regeneración celular y la pérdida de colágeno.

Para complementar la lectura, recomendamos darle un vistazo a nuestro artículo sobre los efectos del alcohol en el cerebro a largo plazo. 

Consejos para prevenir la deshidratación al consumir alcohol

Los beneficios de no beber alcohol son muy amplios, sin embargo, no todos le prestan atención a ello y siguen consumiendo este tipo de bebidas de forma regular.

Las personas que no han tomado la decisión de abandonar el alcohol, pueden tomar algunas medidas para reducir el impacto que tiene esta sustancia sobre los niveles de hidratación del cuerpo.

El artículo de Medical News Today que citamos al principio, ofrece las siguientes recomendaciones:

• Consumir alcohol de forma moderada: la sugerencia de Centers for Disease Control and Prevention es limitar el consumo a dos bebidas por día en el caso de los hombres, y una bebida por día en el caso de las mujeres.
• Beber agua mientras se bebe alcohol: por cada bebida que se consuma, se debería tomar al menos un vaso de agua.
• Beber de forma lenta: en promedio, al hígado le toma una hora para procesar cada bebida alcohólica. En este sentido, beber de forma lenta puede evitar una sobrecarga sobre este órgano.
• Evitar las bebidas azucaradas o con cafeína: estas bebidas también pueden tener un efecto diurético y contribuir a la deshidratación.

En realidad, se trata de consejos bastante simples, que se pueden llevar a cabo sin ningún tipo de complicación. Además, han demostrado ser efectivos, a excepción de casos más complejos en los que más allá de la deshidratación, las personas tienen intolerancia al alcohol. 

La importancia de la hidratación en la salud general

Los médicos resaltan la importancia de la hidratación para el bienestar del cuerpo y la salud en general, y mencionan que mantener un equilibrio adecuado de líquidos permite que cada sistema del organismo funcione de manera óptima. Vale señalar que el agua participa en procesos muy diversos como la regulación de la temperatura corporal, la absorción de nutrientes y la lubricación de las articulaciones.  

Además, la hidratación influye directamente en la calidad del sueño y el estado de ánimo. Diversas investigaciones han señalado que incluso una deshidratación leve puede generar irritabilidad, sensación de agotamiento y mayor dificultad para conciliar el sueño. Esto se debe a que la falta de líquidos altera el equilibrio de electrolitos y neurotransmisores, afectando la comunicación entre las neuronas y la regulación del sistema nervioso.

Asimismo, la hidratación también repercute en la función cognitiva. Mantener un buen nivel de agua en el cuerpo facilita la concentración, la memoria y la agilidad mental.

Por último, tenemos que subrayar que los síntomas de la deshidratación por alcohol son muy molestos y pueden afectar la capacidad de las personas de llevar a cabo sus actividades cotidianas. Mantenerse hidratado, es fundamental para el bienestar del cuerpo, y por eso se debe hacer lo posible para evitar cualquier tipo de desequilibrio asociado a ello.