Pasar al contenido principal
2

Las ventanas de sueño en bebés de 4 meses: ¿cómo mejorar su descanso?

Bebé durmiendo después de ventana de sueño

Tiempo de lectura: 7 minutos

Durante los primeros meses de vida, el sueño del bebé puede convertirse en una de las principales preocupaciones de madres, padres y cuidadores. A los 4 meses, muchos bebés empiezan a mostrar patrones de sueño más definidos, pero también es una etapa en la que aparecen cambios importantes que pueden alterar sus siestas, despertares y la duración total del descanso.

Según Sleep Foundation, es normal que los bebés tengan ventanas de vigilia cortas que van desde los 30 hasta los 90 minutos. Comprender estos ciclos puede ser clave para evitar el sobre cansancio, reducir el llanto y mejorar el sueño tanto del bebé como de toda la familia.

En este artículo explicamos qué son las ventanas de sueño en bebés de 4 meses y por qué son tan importantes para su desarrollo y bienestar. Además, comentamos qué estrategias ayudan a mejorar su descanso y cuáles son los errores comunes que suelen cometer los padres cuando se trata del sueño de sus bebés. 

¿Qué son las ventanas de sueño en bebés?

Según Cleveland Clinic, se conoce como ventanas de sueño al tiempo que están despiertos los bebés entre una siesta y otra. Cada una de estas ventanas empieza cuando los bebés se despiertan, y terminan cuando se vuelven a dormir para tomar una siesta.

Es importante estar atento a ellas, ya que así se puede saber si los bebés están durmiendo el tiempo suficiente para mantenerse saludables. Hay que tener presente que el sueño influye en el crecimiento físico, el desarrollo de las capacidades intelectuales y la regulación de las emociones.

Cuando los bebés permanecen despiertos más allá de su ventana de sueño ideal, no descansan lo suficiente. Esto no solo dificulta que logren dormirse, sino que también puede afectar la calidad de su descanso, provocando despertares frecuentes, irritabilidad, llanto persistente y dificultades para calmarse.

Señales como frotarse los ojos, bostezar, mirar hacia otro lado o mostrarse inquieto pueden indicar que la ventana de sueño está por cerrarse.

En este sentido, según explica el artículo de Cleveland Clinic que recién citamos, es necesario ajustar la rutina para acompañar los ritmos del bebé, y así llevar a cabo tareas como alimentarlo y cambiarle el pañal sin perturbar su sueño.  

Ventanas del sueño según la edad

Establecer una rutina de sueño saludable desde los primeros meses puede marcar una gran diferencia en el bienestar del bebé y en la dinámica familiar. Si bien cada bebé tiene su propio ritmo, conocer los rangos generales de tiempo que pueden mantenerse despiertos según su edad permite anticiparse al cansancio y evitar momentos de sobreestimulación que dificulten el descanso.

A medida que el bebé crece, sus necesidades de descanso cambian de forma progresiva. Durante los primeros seis meses, esas ventanas se van ampliando gradualmente, y es natural que lo que funcionaba un mes deje de funcionar al siguiente. Por eso, tener a mano una referencia por rangos de edad puede ser útil.

A continuación, compartimos una lista con los tiempos promedio de vigilia según la edad del bebé.

  • De 0 a 2 meses: de 45 a 60 minutos.
  • De 2 a 4 meses: entre 1 y 1.45 horas.
  • De 4 a 6 meses: entre 1.30 y 2.30 horas.
  • De 6 a 9 meses: entre 2.30 y 3 horas.
  • De 9 a 12 meses: entre 3 y 3.30 horas.
  • De 12 a 18 meses: entre 4 y 5 horas.
  • De 18 a 24 meses: entre 5 y 6 horas.
  • De 2 a 3 años: entre 5.30 y 7 horas.
  • De 3 a 5 años: entre 6 y 8 horas.

Tal como se puede ver, las ventanas de sueño aumentan de forma progresiva a medida que se crece. Esto quiere decir que entre más pequeños son, los niños necesitan dormir más tiempo.

Los recién nacidos, por ejemplo, duermen entre 16 y 18 horas por día, mientras que un niño de 3 a 5 años solo duerme entre 11 y 13 horas.

Esta información es clave, ya que ayuda a reducir la ansiedad que puede generar no saber si el bebé está durmiendo lo suficiente o si sus despertares son normales. 

Mujer duerme a su hijo recién nacido

Seguros de salud con cobertura mundial

Si eres nuestro asegurado, en Bupa disponemos del servicio de Videoconsultas Blua que permite comunicarte con profesionales de la salud de forma rápida y confiable para que recibas el asesoramiento médico que necesitas. Incluido en tu póliza, sin deducible o coaseguro.

Importancia de las ventanas de sueño en bebés de 4 meses

Respetar las ventanas de sueño es muy importante para el bienestar de los bebés, independientemente de la cantidad de meses que tengan. Aunque es cierto que durante los primeros meses hay que prestar más atención a que duerman lo suficiente, ya que en este periodo se llevan a cabo procesos importantes para el crecimiento y la maduración del cerebro.

De igual manera, vale mencionar que cuando las ventanas de sueño se respetan, los bebés tienen más oportunidades de alcanzar un sueño profundo y reparador, lo que fortalece su sistema inmune, favorece su digestión y mejora su estado de ánimo.

En uno de nuestros artículos, en el que explicamos cuántas horas debe dormir un niño, mencionamos algunos de estos beneficios y profundizamos más en el tema. Recomendamos darle un vistazo para aprender también algunos consejos para mejorar la calidad del sueño de los niños. 

Ejemplo de rutina de sueño en bebés de 4 meses

A los 4 meses, muchos bebés comienzan a mostrar una mayor regularidad en sus ciclos de sueño y vigilia. Es un momento ideal para introducir rutinas suaves que les ayuden a anticipar cuándo es hora de dormir y a asociar ciertos rituales con el descanso.

Este tipo de estructura también ofrece beneficios para los cuidadores, ya que les permite organizar mejor el día y entender con más claridad las señales de sueño del bebé.

A continuación, compartimos un ejemplo que puede servir de base para que los bebés puedan dormir bien y tener una buena rutina de sueño:

  • Despertar entre las 07:00 y las 08:00 horas: a los 4 meses, los bebés ya comienzan a diferenciar mejor el día de la noche, por lo que es importante que su despertar ocurra con luz natural
  • Primera siesta a las 09:30 horas: la primera siesta suele ser bastante reparadora y no conviene dejarla pasar. Idealmente, puede durar entre 45 minutos y 1 hora y media.
  • Segunda siesta a las 13:00 horas: dormir a esta hora permite que el bebé reponga energía y ayuda a que llegue al final del día con mejor ánimo.
  • Tercera siesta entre las 15:30 y las 17:30 horas: es más corta que las anteriores, y en algunos bebés puede durar solo 30 minutos.
  • Hora de dormir entre las 19:00 y las 20:00 horas: a esta edad, muchos bebés ya pueden dormirse por sí solos si se les da el entorno adecuado.

Aunque esta rutina sirve como guía, es fundamental mantener cierta flexibilidad. Algunos días el bebé puede necesitar dormir más o menos tiempo, y eso está bien.

Lo más importante es observar sus señales y ajustar la rutina en función de cómo responde. Con el tiempo, y al repetir todo a la misma hora y de la misma manera, el bebé aprende a asociar esos momentos con el descanso, lo que mejora su capacidad para dormirse por sí mismo y tener un sueño más reparador. 

¿Cómo reconocer las señales de sueño en tu bebé?

Desde los primeros días de vida, los bebés emiten señales claras, aunque a veces sutiles, que comunican su necesidad de dormir. Aunque pueda parecer difícil, la verdad es que es muy sencillo reconocer las señales de sueño en un bebé.  

Algunas de las más importantes son:

  • Bostezos.
  • Gestos de frotarse los ojos.
  • Inquietud e irritabilidad.
  • Falta de interés en el entorno.

De igual manera, es común que el bebé cierre los ojos durante más tiempo de lo habitual o voltee la cabeza hacia un lado en señal de querer aislarse de los estímulos externos.

Los padres suelen experimentar problemas de sueño durante los primeros meses de vida de sus hijos, por lo que recomendamos darle un vistazo a nuestro artículo sobre técnicas para dormir

Madre cuida a su bebé en cuna

Consejos para aprovechar las ventanas de sueño en bebés

En los recién nacidos, las ventanas de sueño son muy cortas, de unos 45 minutos a 1 hora aproximadamente. Esto significa que el bebé debe poder dormir cada vez que termina ese intervalo para evitar que se alteren sus patrones de sueño.

Debido a que se trata de cantidades de tiempo reducidas, hay que saber cómo aprovecharlas. La recomendación de los expertos es hacer que los bebés poco a poco pasen tiempo boca abajo, ya que es algo que les ayuda a desarrollar los músculos de la espalda y el cuello.

De igual manera, se aconseja pasar tiempo cara a cara con ellos, ya que esto no solo fortalece el vínculo afectivo, sino que también estimula su desarrollo social y cognitivo.

Aunque también se sugiere jugar con ellos, es necesario aclarar que no se deben sobre estimular, porque eso dificulta que se duerman una vez que se termina la ventana de sueño. Podemos decir que se deben adoptar ciertas prácticas de higiene del sueño para mantener el bienestar del bebé. 

Errores comunes al manejar el sueño de un bebé

Es común que los padres cometan algunos errores cuando se trata de las ventanas de sueño de los bebés. Muchos de ellos se deben a desconocimiento sobre el tema.

Estos son algunos de los más importantes:

  • Tener horarios para dormir muy rígidos. No hay que fijar una hora para dormir, sino prestar atención a los ciclos de sueño del bebé.
  • Alargar o acortar las siestas.
  • No tener una rutina para dormir en la noche, ni para levantarse en la mañana.
  • No adaptar el ambiente para facilitar el sueño.

No se trata de nada grave, pero tomar medidas para corregir estos errores puede mejorar la calidad del sueño de los bebés y, por lo tanto, su bienestar.