Descubre qué es el brain rot y cómo afecta a tu salud mental

Definición de brain rot

Según WebMD, aunque no es un diagnóstico médico, el término brain rot hace referencia a los efectos negativos que puede tener el contenido de baja calidad sobre el cerebro. Ya se había utilizado hace mucho tiempo para describir la preferencia de las personas por las ideas simples en vez de las ideas complejas, solo que ahora por el uso de las redes sociales y el acceso a memes y videos en Internet, su uso se ha extendido.

El problema con este tipo de contenido no es solo que sea de baja calidad, sino que las personas pasan mucho tiempo conectadas a las redes sociales, en vez de realizar actividades que son más enriquecedoras a nivel cognitivo, como leer, estar con los amigos o disfrutar de algún pasatiempo.

Es decir, el cerebro no se atrofia ni se pudre por ver memes, pero no se fortalece ni se estimula como podría con otras actividades que son más saludables.

Los expertos que hablan sobre el tema señalan que, además, el brain rot puede causar ciertos problemas, como fatiga mental y estrés. En algunos casos incluso puede interferir con la rutina y las actividades cotidianas de las personas, sobre todo cuando se desarrolla adicción a las redes sociales.

Se dice que una persona puede verse afectada por el brain rot cuando:

• Mira videos de redes sociales como YouTube, Instagram o Tik Tok de forma compulsiva.
• Cuando se hace doomscroll, que no es más que revisar el feed de noticias de las redes sociales de forma obsesiva.
• Cuando no tiene límites en relación al tiempo que pasa frente a las pantallas.

Se trata de algo bastante complejo, y sus efectos sobre la salud recién se están empezando a estudiar. En los siguientes apartados profundizamos un poco en esto y explicamos la importancia de desconectarse de las redes. 

Causas del brain rot

Un artículo de Healthline explica las causas del brain rot, y señala que, aunque son muy variadas, la más importante está en la necesidad de las personas de experimentar sensaciones placenteras o de satisfacción de forma inmediata. Hay que tener presente que las redes sociales no solo son una fuente de información y entretenimiento, sino que se han convertido en un catalizador de dopamina.

Navegar por las redes sociales puede aumentar los niveles de dopamina de forma temporal, y por ello las personas se sienten bien consumiendo su contenido, a pesar de que sea de baja calidad.

En algunos casos incluso se desarrolla dependencia a las redes sociales y su contenido, y para muchos los memes y los videos se convierten en una especie de fuente de bienestar y distracción. Vale resaltar que en el largo plazo esto puede ser problemático, no solo por la adicción que provoca, sino por los efectos que tiene sobre la salud física y mental.

Algunos factores que contribuyen a esto son:

• Pasar mucho tiempo frente a la pantalla de un teléfono, sobre todo consumiendo contenido que cambia de forma rápida.
• Sobrecargar el cerebro con múltiples actividades de forma simultánea, como utilizar varias aplicaciones y sitios web al mismo tiempo.
• Interactuar de forma frecuente con contenido que ofrece poca estimulación o desafío intelectual.

Es importante tener presente todo esto porque los efectos del brain rot no se perciben de inmediato, sino que se acumulan con el tiempo. La mente se acostumbra a un nivel constante de estímulo y gratificación instantánea, lo cual genera que actividades más profundas, como leer un libro, estudiar o incluso mantener una conversación prolongada, resulten aburridas o difíciles de sostener. 

¿Cómo afecta el brain rot a nuestros hijos?

Nationwide Children’s también habla sobre el brain rot y el doomscrolling, y señala que los niños pasan cada vez más tiempo utilizando los teléfonos y las redes sociales, por lo general, con actividades que no tienen ningún propósito y que no ofrecen ningún tipo de estímulo a la mente.

Esto, aunque pueda parecer inofensivo y muchas veces pueda descargar a los padres de sus responsabilidades de cuidado y atención, puede tener efectos negativos para la salud física y mental de los niños.

Los especialistas coinciden en que este tipo de conductas puede afectar significativamente algunas habilidades cognitivas, sobre todo las relacionadas a la atención, la memoria y el estado de ánimo.

Otros de los efectos negativos del brain rot en los niños son:

• Tener un menor nivel de pensamiento crítico: la capacidad de análisis y de reflexión de los niños disminuye significativamente, ya que solo están expuestos a información superficial y sin sentido.
• Consumir información dañina: en las redes sociales es cada vez más difícil encontrar información relevante, y muchas veces el contenido está sesgado por la desinformación.
• Aislamiento social: aunque el propósito de las redes sociales se supone que es conectar con lo demás, no ofrecen la autenticidad y la profundidad de las conexiones en el mundo real. Esto puede hacer que los niños se sientan aislados.
• Síntomas físicos: pasar mucho tiempo navegando por las redes sociales puede provocar también algunos efectos físicos, como dolor de cabeza, náuseas, problemas para dormir e incluso pérdida del apetito.

Como se puede ver, no se trata de nada inofensivo y su impacto sobre el bienestar de los más pequeños puede ser profundo. Por ello es que resulta tan importante que los padres regulen el tiempo que pasan sus hijos frente a las pantallas, y que ofrezcan alternativas de entretenimiento que resulten más estimulantes para sus cerebros. 

Efectos del brain rot en la salud mental ¿puede ser peligroso?

A pesar de que los niños son los más vulnerables a los efectos negativos del brain rot, los especialistas señalan que también puede tener consecuencias para la salud mental de los adultos. Newport Institute explica que pasar mucho tiempo utilizando el teléfono inteligente o la computadora, se puede convertir en un comportamiento destructivo con efectos muy variados sobre la salud mental y emocional.

De hecho, en un estudio sobre 1.051 jóvenes de entre 18 y 27 años se comprobó que la adicción a las redes sociales produce cambios en la materia gris y provoca problemas con funciones ejecutivas del cerebro como la planificación, la organización, la resolución de problemas, la toma de decisiones y la memoria de trabajo.

Además, las redes están llenas de publicaciones en las que las personas presumen de sus éxitos profesionales, vacaciones, relaciones felices y cuerpos perfectos, lo que puede afectar la autoestima, causar estrés, ansiedad y depresión mayor.

Algunas veces los síntomas de las enfermedades se confunden, por eso consideramos importante darle un vistazo a uno de nuestros artículos, en el que explicamos cómo diferenciar entre la ansiedad y un tumor cerebral.

Estrategias para combatir el brain rot

Una de las principales estrategias para combatir el brain rot consiste en tomar control consciente del tiempo que se pasa frente a las pantallas. Esto no implica eliminar por completo el uso de redes sociales o el consumo de contenido digital, sino regularlo mediante límites claros.

Se pueden establecer horarios específicos para revisar el teléfono, o utilizar herramientas como temporizadores, bloqueadores de aplicaciones o alarmas para tomar pausas cada cierto tiempo.

Health también ofrece algunas recomendaciones sobre este tema y señala que hacer ejercicio y practicar algunas técnicas de relajación y concentración como el mindfulness puede ser de mucha ayuda.

En nuestro artículo sobre los beneficios de la meditación ya explicamos cómo esta práctica nos puede ayudar a mantenernos en el momento, controlar la ansiedad que puede causar el uso de las redes sociales y evitar caer en patrones de consumo de contenido que pueden ser poco saludables.

Otra medida efectiva es fomentar la exposición a actividades que estimulen el cerebro de manera más profunda y prolongada. Leer libros, practicar un pasatiempo creativo como escribir, dibujar o tocar un instrumento, o incluso aprender una nueva habilidad, representan formas de romper con el círculo de gratificación instantánea. 

Importancia de desconectar

Los expertos señalan que el cerebro necesita períodos de pausa para procesar la información, descansar y recuperar energía. Cuando la mente está constantemente expuesta a estímulos digitales, no tiene espacio para asimilar lo aprendido ni para organizar las ideas, lo que genera fatiga mental.

Desconectarse, aunque sea por intervalos cortos, permite que el sistema nervioso se calme y que la atención se recupere, facilitando un mejor rendimiento en tareas que requieren concentración y memoria.

Además, apartarse de las pantallas contribuye de manera significativa al bienestar emocional. Las redes sociales y el exceso de información suelen fomentar comparaciones, ansiedad o incluso frustración, ya que muestran una versión distorsionada de la realidad.

Tomar distancia ayuda a reducir esta carga emocional y a reconectar con uno mismo, con las propias metas y con lo que realmente resulta importante.